29 de enero de 2016

El cielo cae

El cielo cae sobre todos los extremos del mundo.


El diálogo del mundo y lo que guardo entre mis cejas.


Bastan el aire y la luz para embriagarme.


Cabeza delicada
En enero.
Cielo cubierto.


Creía que había un secreto en las telas
Cuando me embebía en la calma de las madres.


Tenía doce años la primera vez que vi el llano. No podía creer que no fuera el mar.


Cuando acabó la segunda guerra mundial era una niña. Puse la frente contra la pared y dije: "Ha acabado la segunda guerra mundial".


Antes apretaba los puños por haber olvidado. Ahora río
Al redescubrir
Mi redescubrimiento.


Se ha levantado un viento caliente
Los árboles lo aclaman.


En pleno invierno
Agua tibia y clara en este estanque.


La sangre calma como río en llanura.


Rompe la mar en el bajío
La mar de fondo que viene de Islandia.


Toma este animal intacto de la mañana
Es tuyo.


Todo se llena de pájaros y espuma
Y un silencio casi perfecto.


Y si la vida fuera para siempre
Este constante desfallecer.


Qué maravillas no habría dentro
De aquel cráneo perfecto.
Pequeño mundo.


Sé tú el hombre que desearías que tu hijo fuera. Ámate así.


Epatar al burgués para cortejar a la clac.


Si tiene nombre, ya no preocupa tanto.


​Sólo hay una muerte. El número es estadística.


La violencia no es dolor
hasta que pasa.
Luego, es el corazón
un bosque arrasado.


El poeta nunca mira solo. Y tú, menos.


El final no existe. Lo pone el autor.


No decidimos qué toman de nosotros los que amamos.


Todo lo que digo aquí es rigurosamente cierto: lo de la lluvia, lo del pájaro, lo del calor, lo de la tierra.

28 de enero de 2016

—Allí —dijo—, entra al poder del poder que te ofrezca un contrato más cómodo que éste: poder comprar la vida de tu hijo con la tuya propia.

El acre del dolor, Isak Dinesen
Pensé en el duermevela que los creadores hacen cosas y los periodistas hablan de las cosas que otros hacen y a menudo ni siquiera: no de las cosas, sino de los que hacen cosas: su vida sexual, sus traiciones y debilidades principalmente. Aun así, muchos periodistas y muchos lectores de actualidad cultural se interesan más por lo que se dice de la cosa que por la cosa. Por lo que se dice del autor de la cosa que por la cosa, que no se abre. Bien poco se abre la cosa para arrojarse dentro. Pero hay que estar informado. Cuánta palabra y cuánto dato sobre la cosa que no se abre y sobre el autor de la cosa que no se abre. 
La palabra crisis /Krisis/ se pronuncia con rechinar de dientes y chirrido. Se desprenden partículas de los dientes de tanto apretarlos.  Sufrir es soportar frotamiento de células que desean separarse y rompernos rompiéndose, frotamiento que genera calor y alarido porque en su desgarramiento no están los átomos o las partículas invisibles incluso para el microscopio ni en un sitio ni en otro. Cuando sufrimos no estamos donde estamos, no estamos en ningún lugar. Como cuando de una  cabeza agitándose muy rápido vemos la estela como si fuera cine, fotogramas, porque no está quieta, así es nuestro cuerpo cuando sufre, así somos en el sufrimiento. Desgarramiento. Físico. He pasado varias crisis silenciosas atroces. Pego la frente al suelo para no dejar de rendirme. Cuánto me gustaría poder rezar.
Tras un día gris y lluvioso, de pronto,
se abre el cielo al crepúsculo.
Un niño pregunta a su abuela:
—¿Qué hacen?
—¿No ves el arco iris?
—Sí, pero qué hacen.
Qué hacen todos ésos, unas cinco personas, sacando su móvil rápidamente como si fuera una pistola en un duelo y mirando el arco iris a través de él. A través del móvil. Como los que en la caverna de Platón veían las sombras de la realidad y creían que veían la realidad.

Un hombre cazado, un grupo de amigos ante la pieza. Al peso, impresionante. Lo han arrastrado para la foto sobre una manta, no es delicadeza. Eso fue un hombre. Ahora ni cuerpo de hombre es. 
Bestias de la guerra.
Era el ejercicio de compartir y no borrar y apenas si corregir el que había decidido la ayudaría en su propósito de fortalecimiento de la actitud literaria. Tendría que comenzar cada día por la última frase del día anterior para que no hubiera unidad en el fragmento, para que fuera sólo fragmento el fragmento, no brevería, no mini o micro o petite relato relatito. Esperaba que nadie leyera lo que relataba para no sentir la pulsión de corregir, pues su ejercicio implicaba un fortalecimiento del carácter en la zona que se encuentra hipertrofiada en el sinvergüenza común, también llamado caradura, expresión que incide en la blandura de la vergüenza y su honradez, pero también en lo que necesita un escritor para decir alguna falsedad verdadera: hacer muchas higas. El ejercicio la obligaría y no deseaba ya más que obligarse, por otra parte, sin que casi importara ya a qué. Pensó en dos maripossa de plata, pero no. Más normas concurrían: sólo muy ocasionalmente y por gran necesidad porque no hubiera otra manera de dar sentido a algo podría haber discurso interior. En general habría de describir acciones y hacer observaciones desde el exterior con la voz de alguien que sabe más que el personaje. A eso lo llamaba «asumir el mando», el de una instancia que no es personaje ni autor y no tiene nombre ni ha de justificarse ante nadie, ni siquiera ante sí misma, que no sueña con mariposas de plata ni piensa en mariposas de plata ni piensa en nadie que las piense, que simplemente las crea. Murió, por tanto, su sostén y quedaron flotando dos mariposas de plata en medio del aire transparente de la hora de la siesta de la habitación. Entraba entrechocar de cubiertos del patio de luces por la ventana. 

Palabras prohibidas

"The point about l-o-v-e is that we hate the word because we vulgarized it. It should be taboo, forbiden for many years until we find a newer and a better idea."

Women in love, Ken Russell, 1969 (basada en D.H. Lawrence)

No me gusta D.H. Lawrence, pero esa cita expresa mi pensamiento. La palabra amor debería estar prohibida, junto a otras cincuenta más o menos, cuyo significado se ha diluido hasta el punto en que se prestan más a ocultar que a mostrar, a no decir que a decir. Como mínimo deberían ser censuradas entre recién conocidos, y en público, y en los medios de comunicación. Los políticos y periodistas no podrían utilizar palabras como solidaridad, pobreza o progreso, sino que tendrían que explicar y describir el significado que deseen hacer comprender a los oyentes o lectores. La política volvería al foro. Los políticos tendrían que saber discutir, hablar. Se estudiarían lógica y retórica como asignaturas importantes.


Los niños en las escuelas no podrían decir que quieren paz en el mundo sino que deberían describir qué es lo que quieren; lo cual les resultaría muy difícil, con lo que a lo mejor podrían empezar por querer que papá y mamá dejen de gritarse. Un amante no podría decir te quiero; debería decir quiero pasar a tu lado el resto mi vida, o haces de mí una mejor persona o disfrutaría un buen revolcón ahora mismo.
Mientras tú te caías en la acera
y te golpeabas la nuca
ellos trabajaban.

Mientras tú te despertabas
en camas desconocidas
ellos trabajaban.

Mientras tú te devoras a ti misma
en un pantocrátor de leche
ellos trabajan.

Turbias e iluminadas

Mojar un pie. Calzado. Mojar un pie y reír. Luego entrar hasta la cintura y sentir en las ingles el agua fresca. Las ropas son deliciosas pegadas al cuerpo, piel muerta nuestra y ya no nuestra. Los muslos, las nalgas, la barriga. De pronto nos hundimos hasta el cuello y salimos rápidamente. La piel muerta de las prendas roza los pezones endurecidos. Volvemos a agacharnos y metemos la cabeza bajo el agua. Oh, la cabeza bajo el agua, el mundo desaparecido, la ceguera clara, el ahogo, el tiempo detenido del mar sin tiempo. Estas aguas son turbias e iluminadas y en ellas buceamos como mantas. Esta es toda la música que precisamos.

Chat

...-¿Quién es usted? ¿Cómo ha entrado aquí?
-Tú me pediste amistad.
-Salga inmediatamente o llamaré a la policía.
-Gilipollas.
-Oh, qué lamentable error. Yo no sé quién es usted. Yo no... Usted dice cosas muy feas, como de una cursilería grosera, de una grosería sensiblera.
-Tía, estás enferma.
-Oh, le he ofendido. Discúlpeme. Usted es como es, no puede evitarlo.
-Anda que te den.
-Quédese, se lo ruego. Mire, está oscuro. Todos los bares están cerrados. Solo facebook sigue abierto. Cuénteme algo, cualquier cosa con sinceridad absoluta. Si es así, lo que diga será diamante. Usted, ¿ama?
-Si no me dejas en paz te bloqueo, zumbada.
-No, no se vaya. Diga alguna brutalidad. Una brutalidad es a veces un diamante.
-Adiós.

... -Nos enfadamos. 
-¿Por qué? 
-Porque empezamos a discutir. 
-¿Pero por qué? 
-Por lo que haríamos si nos tocara la lotería. 

Animales modernos

No hay animales como los de antes. Terribles, sucios, venidos del más allá. Con bocas como cuevas. 

14 de enero de 2016

Hablar de ella

"Solo de vez en cuando puedo hablar un par de palabras de ella. Necesito olvidar todo lo que ella es, si debo hablar de ella. Tengo que fingirme como que vivió en tiempos antiguos, como si supiera algo de ella por una narración, si no quiero ser apresado por su retrato viviente y consumirme en el éxtasis y en el dolor, si no quiero morir la muerte de la alegría por ella y la muerte del dolor por ella."

Hölderlin, "Hiperión"

Citado en facebook por Bernal Díaz del Castillo

7 de enero de 2016

Buen gusto, sobriedad, simplicidad

«El buen gusto es una precaución adoptada por el buen orden. Los escritores sobrios son el equivalente de los electores obedientes. La inspiración es sospechosa de libertad; la poesía es un poco extra-legal. Hay, pues, un arte oficial, hijo de la crítica oficial.
[...] La sobriedad en poesía es pobreza; la simplicidad es grandeza. Dar a cada cosa la cantidad de espacio que necesita, ni más ni menos, he aquí la simplicidad. Simplicidad es justicia. Toda la ley del gusto queda contenida aquí. Cada cosa en su lugar y dicha con su palabra. Bajo la única condición de que sea mantenido un cierto equilibrio latente, y conservada una cierta proporción misteriosa, la más prodigiosa complicación, bien en el estilo, bien en el conjunto, puede ser simplicidad. Sólo la alta crítica, que tiene como punto de partida el entusiasmo, penetra y comprende estas sabias leyes. La opulencia, la profusión, la irradiación resplandeciente, pueden ser simplicidad. El sol es simple.
[...] Cualquiera que sea la abundancia, cualquiera que sea el enmarañamiento, incluso cuando es turbio, confuso e inextricable, todo lo que es verdadero es simple.

Esta simplicidad, que es profunda, es la única que el arte conoce.»
Victor Hugo sobre Shakespeare en 'Manifiesto romántico'.

Recogido por Sergi Bellver en facebook.
¡Recomienda este blog!