18 de febrero de 2016

Cagliostro

Fue un lío entre Cagliostro y eso que echan los niños al nacer, como restos de nada del estómago, algas marinas y limo (de ahí de donde vienen, tan hondo) y bueno, eso es el meconio, pero yo pensaba que era cagliostro y no, el calostro, calostro, es la leche primera que se echa al parir, que es un agua pura y perfecta para su boca y que sabe a fondo marino. Bueno, también cuando rompes aguas huele a fuente. Piensas que te has meado pero no; es agua de fuente, un poco caliente pero con un perfume no desagradable. Y eso, tanto fluido la vida, ya se sabe lo del semen, lo sabe cualquiera: también sabe a mar. Fluidos y viscosidad. Aún más: los bebés están llenos de granitos porque su piel es grasienta. Vienen rebozados en algo gris y cuando salen disparados, agarrándose a sí mismos en medio del espacio, al extremo del cordón, la enfermera los para en el aire como un portero, enfermeras de reflejos perfectos, pequeños astronautas de barro, de ojos cerrados. Tanto fluido. Cagliostro. ¿Por qué lo habrán llamado así? Es cómico. Me lo imagino con zapatos rococó y... Joseph Balsamo, meconio, semen. Mierda. Sangre.

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