3 de marzo de 2016

Demonios



Sin duda, creo en los demonios, los que hablan al oído.
Ese ángel que se les enfrenta no tiene mas que luz.

Ellos tienen historias. Conflictos. Se ceban en la posibilidad.
En la angustia de la irreversibilidad.

Sí, creo en el diablo, el que se mira a sí mismo.
No tenemos más que mirarnos para volvernos demonios.

Nos miramos a nosotros mismos desde afuera, pobres diablos, como si fuéramos autores de una historia y protagonistas de esa misma historia. Es más: como si hubiera una historia.

La historia, el arma del diablo.
Los ángeles sólo tienen eternidad.

¿De verdad ofreciste tu alma? No lo creo.
Conceder los deseos es la segunda arma del diablo.
Lo tiene fácil. Luego los demonios se crean historias en nuestro oído espantado.
Desde luego que creo en el diablo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Habla, di

¡Recomienda este blog!